Otro día más en la Tierra en el que poder disfrutar de la música, los memes y la pretensión de ser personas misteriosas y atormentadas bajo la niebla del mundo digital. Si estás leyendo una newsletter de música under tan under como esta lo eres, menudo diamante de ser humano. Así es, no solo os ofrezco una delicada curatoría musical sino también os doy palmaditas en la espalda. La cuestión es que el arte, la creación y la difusión más independiente necesitan del boca a boca, de la buena sintonía con el público, y la camaradería entre proyectos y artistas. Sobre ello aterrizo la newsletter de hoy.
En este mundo de artes subterráneas, no solo vive la música sino que hay otros subsuelos fascinantes de la danza, la performance, el fanzine, el grafiti, las artes vivas, la edición, el tatuaje, el cine y muchas otras cosas. Hoy vengo a hablar de una vecina que se lleva bien con todas, que es graciosa y encierra más talento y profundidad del que se le supone: el drag.
El drag, o yo lo concibo así, es una forma de arte para performar exageraciones, ilusiones y deformaciones alrededor del género. Porque cualquier ser humano hace drag en sí mismo al vivir en sociedad, al performar, vestirse, maquillarse y comportarse de una determinada manera dentro del rango de todas las posibles. Y es con estos elementos con los que el drag juega, crea y experimenta. Y por ser un gran trampolín para performar, utiliza la música como vía de expresión produciendo canciones geniales.
Pioneras y aventureras
La Prohibida fue la primera en volar, como una suerte de Amelia Earhart travesti. Lleva más de veinte años haciendo música y al contrario que la mayoría de personajes drag, ha centrado su carrera en la música. Sus letras con referencias a la historia, la ciencia y la cultura, sus discos conceptuales y su sonido sintético le han construido una personalidad que ya quisieran para sí muchas divas de la vieja escuela. Esta canción, titulada Schleswing Holstein, hace referencia a una región de Europa que siempre ha ido de mano en mano a lo largo de la historia, con quien la propia artista se compara.
Yogurinha Borova, más joven, pero anticipada a la edad de oro del drag que vivimos ahora, lanzó ya en 2011 su primer disco. Irreverente y colorida, su estética parece nacida de las entrañas del pop. En muchas de sus canciones canta en euskera, lo que la convierte en una rara avis de la música por todas estas confluencias y probablemente en el cortocircuito mental de algunos de esos señoros que les gusta el Varón Dandy sin ironías.
Kika Lorace es probablemente la representación más precisa del drag de locales nocturnos, animadora 24/7 y con una explosiva combinación de dulzura y escatología verbal. Sus temas, lanzados a lo largo de la última década, van cargados de connotaciones políticas frente a quien quiera negar que la existencia de una persona LGBTI no es política en sí misma. Como lo son la música, el arte o el silencio. Aquí os dejo una versión de Toro de El columpio asesino, que Kika canta junto al actor porno Allen King.
La constelación de drag-race
Drag race ha sido probablemente uno de los grandes hitos de la cultura drag internacional. Frente a la cada vez mayor profusión de temporadas y países del programa, ya desde las primeras ediciones americanas artistas como Alaska Thunderfuck, Willam, Sharon Needles o Jynx (que ha acabado cantando en Broadway) han llenado las listas musicales de grandes temas.
Pero para poner el foco en lo que tenemos cerca, nos adentramos en el ecosistema ibérico. Estrella Xtravaganza es una de las estrellas de la segunda temporada de la versión española. Al poco de salir del concurso sacó un disco de versiones en el que tenemos este tema cuya melodía es el Roar de Katy Perry y que la retrata a la perfección
Otra artista fundamental de este olimpo travesti es Paquita, de la tercera temporada y el All Stars, e infravalorada en ambas. Por su enorme fuerza escénica, su delicado gusto artístico y su polifacetismo aparece en este tema llamado Travestí con la formación Flamenco Queer. Conservando la parte más tradicional de este género musical, la canción alza la voz sobre las identidades cuir confrontando tradición y renovación mejor que todos esos epítetos de música fusión que son solo un nuevo barniz.
Y para rematar el amplio abanico de música nacida del drag podríamos poner la música club de Clover Bish, el trap urbano de Pink Chadora o una de las infinitas versiones de la misma canción de Pupi Poisson pero cerramos este párrafo con la majestuosa Juriji der Klee, que además de drag es una mujer trans que canta lírico como una diosa y que muestra todo su potencial en Xixi.
Drag kings y nuevas formas bajo el sol
No todo en el drag es queen, la palabra lleva más apellidos con bastante orgullo. Es el caso de los drag kings, prácticamente desconocidos para el gran público y con poca difusión en nuestros subterráneos artísticos. Pero la escena drag king va creciendo y generando cada vez más artistas que revelan nuevas deconstrucciones, recreaciones e hipérboles de la masculinidad. Uno de los primeros drag king que ha hecho música en nuestro país es Marcus Massalami, que en este tema de inspiración urbana, se desdibuja con varias identidades.
Otro drag fuerte y ambiguo es el monster drag, donde el no binarismo y la combinación de ambos géneros se produce con mayor naturalidad. Onyx Unleashed, que también ha pasado por la saga drag race, pero que cuenta en su haber otros hitos como haber ido de vocal de mesa electoral montada, ha colaborado con distintos artistas en sus producciones. Aunque no cante la presencia de Onyx es tan fuerte en el videoclip, sumado a que lapilli está también en la órbita de lo cuir, que este videoclip debía estar aquí.
Esto es solo una muestra, un menú degustación de lo que el drag aporta a la música y las artes. Y de su carácter abierto, expansivo e inconformista, como el de esta newsletter, y el servidor que la escribe. Como diría Samantha Hudson, epítome de esta década y del mundo cuir, “Si la gente no sabe lo que estás haciendo, no puede saber que lo estás haciendo mal”. Así que por favor, difundid esta newsletter y ponedla a caldo con vuestras amigas y enemigas. Ya nos encontraremos de nuevo, querido amante de la música y lo subterráneo.